LA LEUCEMIA Y LAS
CONSTELACIONES CUÁNTICAS
En el artículo de hoy voy a
tocar un tema bastante dedicado. Delicado por lo grave que puede llegar a ser y
porque afecta principalmente a niñas y niños. Lo que voy a exponerles
es lo que dice las Constelaciones Familiares Cuánticas sobre la Leucemia.
Según las Constelaciones Cuánticas,
y otras metodologías, los niños y niñas no enferman. ¿Cómo se
entiende esto? Un niño es inocente, no tiene grandes conflictos que le pueda
llevar a desarrollar una enfermedad grave…así que se considera que el niño/a
son “afectados” por las emociones y conflictos que hay a su alrededor.
Principalmente de los padres, y en especial, de la madre. Inconscientemente un
niño está captando todo lo que pasa en su entorno. Absorbe como una esponja
todas las emociones y situaciones conflictivas. Desde el momento de la
concepción ha esto impregnándose de las emociones de la madre. De todas… buenas
y no tan buenas.
El inconsciente de la niña/o
sabe cómo está realmente su padre y su madre aunque estos disimulen. Los
niños/as son fieles a sus padres por encima de todo por un instinto de
supervivencia. Necesitan a los padres para el sustento, el cuidado y el cariño
que les permite crecer.
Por este motivo van a hacer
suyas las emociones de sus padres, especialmente su madre, y desarrollan la
enfermedad para que sus padres no la sufran y puedan seguir cuidándoles. Si
se piensa bien es pura biología y supervivencia.
Esto no lo digo como reproche
a los padres, y menos a quien tiene hijos/as enfermas/os. No,
ni mucho menos. Es sólo información que nos puede ayudar a entender mejor todo
esto. Si no sabes, nada puedes hacer. Si sabes puedes tomar acción y cambiar
algunas cosas, gestionar mejor las
emociones y transmitirle a tu hijo tranquilidad, confianza y sobre todo
Amor.
No tienes porqué creerlo. No
tienes porqué dejar nada de lo que estés haciendo, tomando, recibiendo…sólo te
pido que lo leas por si conectas con las emociones que hay detrás de esta
enfermedad, y que esto te ayude a tomar consciencia, hacer algún cambio para
mejorar tu salud o te ayude a entender mejor a las personas de tu entorno que
estén inmersas en esta desarmonía.
Entramos en materia.
La leucemia se debe a un mal
funcionamiento del sistema linfático.
La Leucemia es también
conocida como “cáncer de la sangre”.
Su nombre viene del griego
leuco: blanco y heima: sangre. Hay un desajuste con demasiados glóbulos blancos
en la sangre. El problema está en La Médula Ósea: lugar donde se produce la
sangre. Hay un Conflicto de desvalorización profundo que afecta al sentido
de la existencia. “La vida ya no tiene sentido”. Ésta desvalorización
suele estar relacionada con la familia ya que se trata de un problema
relacionados con la sangre: clan familiar, lazos de sangre…
La Leucemia está relacionada
con el hecho de no querer luchar para obtener lo que representa el amor en mi
vida. Es un sentimiento de no poder obtener lo que quieres de la vida. Es una
renuncia a la vida y no querer asumir la responsabilidad de vivir No querer ser
adulto.
La persona con esta
desvalorización profunda se pregunta: ¿Para qué vivir?
Resentir:
“Tengo valor en el caso de que
siga siendo un niño”
“No tengo derecho a crecer”
“No tengo derecho a madurar,
en el seno de la familia”
“Si me hago adulto, voy a
morir”
Glóbulos blancos inmaduros:
“Me siento impotente, para
proteger a mi madre”
“No quiero hacerme mayor”
Leucemia con leucoblastos:
Normalmente afecta a los niños
porque es una desvalorización global, una prohibición o peligro de crecer.
Leucemia de monocitos: actúa
como memoria entre el cerebro y los tejidos.
Bajada del sistema
inmunitario:
“No me autorizo a defenderme”.
“Para continuar con vida no respondo, no me defiendo”. “Ataque de la familia y
no digo nada”.
La persona afectada de
leucemia se siente desvalorizada e impotente en su estructura íntima, como
si hubiera sufrido la pérdida de su propia identidad.
Ha ocurrido algún acontecimiento
que le ha desestabilizado a niveles profundos. En los niños pequeños puede ser
la llegada de un hermano por el que se siente desplazado, destronado y separado
del amor de su madre, una muerte, estrés, los problemas de los adultos que les
quitan las ganas de luchar por la vida…tiene que ser algo que le ha golpeado
con tal fuerza que ha afectado a lo más profundo de su estructura, de sus
convicciones íntimas y se siente frustrado/a e “indefenso/a”.
“Su deseo de vida se ha visto
afectado y su actitud respecto al amor se ha vuelto desconfiada y llena de
desprecio. A partir de ese momento no permite que la vida circule dentro
de sí mismo, es como un abandono de la lucha por la vida, ha perdido la alegría
y el placer de vivir; como si una parte de él hubiera decidido “impedir” la
vida. ¿Para qué vivir?”
Todo esto no tiene porqué que
ser consciente. Es desde tu inconsciente donde se estructuran
todas estas emociones, y es tu inconsciente, quien te lleva a la solución a
través de la enfermedad.
Puede parecer un poco
enrevesado pero el inconsciente no entiende de bueno o malo, no entiende de
tiempo…sólo entiende de emociones y te da las soluciones que “entiende”
necesitas…Tengamos en cuenta que nuestro cuerpo, nuestra biología es sabia.
Si estamos en conflicto
profundo afectará a nuestra biología. Se afectará en un órgano o tejido.
Psique-cerebro-órgano, esta es la secuencia.
En toda enfermedad hay dos
fases:
Primera fase: estamos
en simpaticotonía, en estrés, intentando resolver el conflicto, buscando
soluciones. Es también llamada fase silenciosa o fase fría. Aquí no hay
síntomas más allá del estrés, falta de sueño, de apetitos…
Segunda fase:
estamos en vagotonía y es la fase de recuperación de los tejidos dañados en la
primera fase. Hay síntomas: fiebre, inflamación, dolor…sueño y apetito.
La Leucemia tiene síntomas de
la fase de resolución.
Lo que el cuerpo necesita, el
cuerpo lo tiene. Si le dejamos actuar él sólo sabe recuperarse. Tiene esa
sabiduría. De la misma manera que si se rompe un hueso el cuerpo tiene
capacidad de reconstitución, también tiene esa capacidad para cualquier otro
problema del cuerpo.
La naturaleza ha provisto al
cuerpo del poder de “reparación” y recuperación cuando sufre un daño, sin que
tengamos que intervenir en sus procesos biológicos. A lo largo del tiempo así
ha sido.
La medula ósea pertenece a la
tercera etapa de la biología: está dentro de los
órganos pertenecientes al Mesodermo nuevo, como son los huesos, cartílagos,
tendones, ligamentos, músculos, menisco, o elementos del tejido
conjuntivo. Estos reaccionan en fase de estrés, en simpaticotonia, disminuyendo
células para dar una respuesta más efectiva. En la fase de vagotonía se
comienzan a reconstituir los tejidos desaparecidos en la primera fase. El
sentido biológico de los órganos del Mesodermo nuevo es que al “reparase”
queden mucho más fuertes, más sólidos que antes. Puede que por eso se
les llame los “órganos de lujo”.
Justo en ese momento, cuando
el tejido se está recuperando, es cuándo comienzan los síntomas y aparecen
alterados los valores sanguíneos. En la medicina “oficial” esto se
interpreta como “enfermedad”. En otras metodologías se entiende cómo fase de
recuperación, de reparación y se deja al cuerpo actuar ofreciéndole apoyo,
cuidados pero respetando el proceso biológico.
Vuelvo a decir en este punto
que cada persona es libre de hacer o no hacer. De
medicarse con productos de laboratorio o naturales. Solo la información te da
la libertad para poder-saber elegir.
Conflictos que pueden estar
detrás de la leucemia
Pueden ser conflictos de
rendimiento, no ser capaz, no obtener algo que quieres, no consigues un buen
resultado en lo que hace y esto le lleva a una profunda desvalorización del
ser. “Yo no sirvo para nada”
La profunda desvalorización de
sí mismo está en las historias de casos de leucemia, agravado por la
comparación con los demás.
“los demás saben conseguir lo
que quieren, pelean por conseguir sus sueños, se defienden, luchan por lo que
creen suyo”
“Esta persona se sabe
defender, Yo no puedo, ni voy a conseguirlo nunca, no soy capaz de hacerlo”
En las recaídas está presente
la preocupación y desvalorización resultado de su estado. Saber
que tienes esa enfermedad te hace estar atento/a a cada análisis, de los
resultados y convertirá esa información en un referente de salud, casi en su
seña de identidad.
Si la persona toma conciencia
de que la fase de recuperación puede ser un poco larga, con dolor,
fiebre…porque su cuerpo estás trabajando para recuperar el tejido afectado,
seguro que ayudaría a una mejor y más rápida recuperación y no sentiría la
desvalorización que le producen los síntomas.
Los tratamientos agresivos
destruyen la médula ósea y esto provoca un efecto rebote: deprime la
inmunidad y hay trastornos sanguíneos.
El tratamiento debería tener
en cuenta la menor destrucción posible de elementos necesarios para el cuerpo y
para la recuperación de la parte dañada.
En cualquier problema físico
intervienen varios factores: Psíquico, Cerebro, Órgano.
Hay que saber utilizar estas tres partes para entender, apreciar, redefinir,
resignificar y entender lo que está pasando, no sólo en el cuerpo, en la
biología, sino más allá de esta. Cuando algo aterriza en el cuerpo es porque
antes ha estado como emoción y conflictos en la mente.
Te ayudará entender en qué
fase estás, conectar con la sabiduría del cuerpo, saber que
el cuerpo necesita su tiempo para recuperarse…ayuda a vivir mejor ese proceso.
Hay que procurar facilitarle esta curación sin miedos ni preocupaciones. Descansa
y confía.
Hazte estas preguntas para
recuperar la salud física, emocional y espiritual:
-¿Me siento cansado/a de
luchar para intentar tener mi lugar en la vida?
-¿Siento que este combate va
más allá de mis fuerzas?
¿Siento que he perdido?
Te ayudará:
·
Aceptar y mantener una relación consciente con
la vida.
·
Dejar atrás las normas impuestas por los demás
o por uno mismo.
·
Dirigir tu atención hacia las leyes superiores,
hacia tu ser, tu esencia.
·
Abrir las puertas al amor.
·
Da un repaso de tu vida y mira donde perdiste
la perspectiva de ti, de tu valía, de tu poder.
·
Preguntarte porqué te comparas con los demás.
·
Porqué has perdido las ganas de vivir.
·
Busca en ti esa parte de sabiduría, esa parte
que te va a ayudar a comprenderte, a valorarte, a darte motivos para vivir.
·
Si no te sientes con fuerzas para hacerlo en
soledad, busca ayuda.
·
Saca fuera todo lo guardado, lo no expresado,
lo rumiado…y aprender a gestionar tus pensamientos, sentimientos y emociones
puede ser la mejor de las medicinas.
Nuevo modelo mental: Por
encima de las limitaciones pasadas me adentro en la libertad del presente.
Estoy a salvo siendo yo.
En las Constelaciones
Familiares Cuánticas te ayudamos a sanar el origen de la leucemia que afecta a
tu niño o niña. Agenda tu sesión a través del correo filosofiadevidas22@gmail.com o al Tlf +58 416-6271271
RECOPILADO POR
Eduardo Rivas
• Maestro Reiki Usui Tibetano
• Maestro Reiki Heiwa To Ai
• Terapeuta de Respuesta Espiritual
• Constelador Familiar
• Terapeuta de Ho oponopono
. Terapeuta de Curación Cuántica
Comentarios
Publicar un comentario