Las Constelaciones Familiares Cuánticas permiten gestionar aquellas cargas provocadas
por los secretos familiares de nuestros ancestros.
Todas las familias
tienen sus Secretos.
Secretos que a veces son difíciles de averiguar o definir,
pero que energéticamente se van transmitiendo de generación de generación.
Todas las familias tienen secretos y todos estamos vinculados
a uno o varios secretos de nuestros ancestros, al igual que tenemos nuestros
propios secretos.
La vinculación y la afectación en nuestra vida dependerán de
qué tan grave fue la situación vivida por nuestros antepasados o más bien sería
decir qué tan intensamente vivieron nuestros ancestros tales secretos
Aquellos Secretos de agresión a otras personas, como pudiera
ser un asesinato por ejemplo, uno que no saliera a la luz en el que víctima y
perpetrador están pendientes de reconciliarse para poder descansar en paz.
Aun así no importa cuál fue esa situación que generó el
secreto, no importa tampoco saber quiénes fueron los implicados, no nos
incumbe. Y querer saber nos posiciona en peligro.
Si investigamos acerca de los secretos familiares nuestra
vida se puede ver afectada negativamente.
Son sucesos que pertenecen al pasado y a la vida de otras
personas, aun siendo ancestros, no son nosotros.
Si averiguamos información lo primero que haremos será juzgar
el suceso, clasificar de buenos y malos a los implicados.
Esto nos aleja de la vida, nos aleja de algo más grande que
lo dispone todo al servicio de la vida y de la evolución. Sin juicio, sin
pretender que las cosas sean diferentes. Este es el amor de algo más grande y
la dirección que las Constelaciones Cuánticas nos ayudan a tomar.
Estar en sintonía con la vida implica no juzgar a nuestros
ancestros ni a sus vidas, ni a sus actos. Simplemente honrando el destino de
aquellos que nos precedieron agradeciéndoles sus vidas gracias a la cual
nosotros podemos existir, podemos ser tal como somos.
También nosotros somos perfectos para algo más grande, así
nos piensa y así existimos, al servicio de lo anterior, al servicio de la vida.
La paradoja es que aunque nuestro destino está ligado a
aquello que hubo en el pasado, a nuestras decisiones, a nuestros pensamientos,
a nuestro origen, a nuestro sistema familiar… De nosotros depende la libertad
individual, la libertad de elegir la vida y dejar el pasado atrás.
Eduardo Rivas
- Maestro Reiki Usui Tibetano
- Maestro Reiki Heiwa To Ai
- Terapeuta de Respuesta Espiritual
- Constelador Familiar
- Terapeuta de Ho oponopono
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