TRABAJO Y PROSPERIDAD EN TU VIDA PROFESIONAL


 

Trabajo y Prosperidad en tu Vida Profesional

Trabajo y Prosperidad en tu vida profesional es un aspecto importante de la realización de cada individuo.

Es por esto, que hoy quiero hablarte sobre los puntos principales de la filosofía sistémica en la realización profesional.

Evidentemente la búsqueda principal es tener éxito en el trabajo. Pero no solo éxito económico. También vemos la búsqueda en la eficiencia y efectividad a la hora de desarrollar nuestras tareas en el área profesional.

Veamos pues los diferentes puntos a resaltar desde la perspectiva sistémica.

El Trabajo

Desde el enfoque del Equilibrio entre Dar y Recibir  el Trabajo es la puerta a nuestro Dar.  A través del trabajo devolvemos  todo lo recibido de nuestros padres y de la sociedad mientras y durante nuestro desarrollo como humanos adultos.

El trabajo es la puerta de entrada a la realización del humano adulto. Es la llave de la autonomía de la  persona y la posibilidad de compensar todo lo recibido.

Llegamos a este mundo recibiendo lo más grande, «El regalo de la vida» una vez nacidos seguimos recibiendo y no dejamos de recibir hasta que somos completamente autónomos, es decir, capaces de sostenernos por nosotros mismos.

Gracias al trabajo, tenemos la posibilidad de devolver lo recibido. Pues la deuda acumulada es tan grande como el impulso del individuo a trabajar para devolver. 

La regla del equilibrio entre el dar y el recibir es inherente a todo lo que existe, a cada movimiento energético que se materializa. Puedes observarlo en tu respiración inhalando para recibir y exhalando para dar. Igual pasa con el ritmo cardiaco tiene un movimiento rítmico de expansión para dar y contracción para recibir. 

Y así aún sin poder comprenderlo todo, podemos observar que es un equilibrio inquebrantable que va más allá de lo que nuestra mente alcanza a comprender. Pues es una regla universal.

Ahora bien, ¿que subyace a nivel de relaciones humanas en el equilibrio entre el dar y el recibir con el trabajo?

El trabajo es el reflejo de nuestro devolver, es decir, de nuestra actitud frente a lo recibido durante la infancia. En las Constelaciones familiares hablamos de equilibrio entre dar y tomar más que entre dar y recibir. 

Tomar significa recibir con gratitud y rendición, con aceptación incondicional de lo que el universo, la vida, las personas nos entregan. Este es uno de los mayores secretos ante la prosperidad en cualquier área o aspecto de nuestra vida. La Gratitud conecta a la persona con la vida, igual que el trabajo.

Ahora bien cuando hablamos de trabajo hay que tener unas reglas presentes para alcanzar la actitud de éxito y prosperidad en la vida profesional.

  • Asentir a todo desde el Estado Adulto
  • Equilibrar el dar y el recibir
  • Compensar el daño hecho o recibido.
  • Pertenencia y Orden

Asentir a todo desde el Estado Adulto.

Significa poder desarrollar la capacidad de estar conectado con el presente el mayor tiempo posible, un estado que nos permite asentir y rendirnos a las diferentes situaciones que la vida nos va proponiendo. Sin dejarse arrastrar por los patrones de aprendizaje marcados en nuestras reacciones durante la infancia.

Ser Adulto supone desaprender lo aprendido para poder manifestar automatismos de fuerza y vida, en lugar de los aprendidos por fidelidad en los primeros años de la vida.

Hay que entender que el ser humano aprende por copia de los adultos que le rodean en su niñez. Una vez adultos la responsabilidad es desechar aquellos patrones que nos alejan de la vida, de la fuerza y de la rendición a lo que la vida nos propone.

Equilibrio Dar y Recibir

O mejor dicho tomar y devolver. Lo primero es tomar que es la apertura al devolver.

En sistémica cuando hablamos de tomar nos referimos a recibir incondicionalmente lo que la vida nos ofrece. Ese recibir incondicional cuando lo acompañamos de gratitud permitimos el cierre del ciclo completo y nos impulsará a devolver con fuerza y provecho.

Por lo que existen unas prioridades en el tomar para tener trabajo y prosperidad en la vida profesional, el orden es: Tomar a la madre, tomar al padre, tomarlos a los dos de manera incondicional y sin preferencias, tomar el país y la sociedad de origen, el propio y el de los ancestros, agradecer y respetar el país de acogida si emigramos a un país distinto.

Este equilibrio en sí como ley universal afecta a todo lo que existe, podemos observar en nosotros, por ejemplo en el ritmo respiratorio, que consiste en inhalar o recibir, exhalar o dar.  Del mismo modo el ritmo cardíaco donde el corazón expande o da, contrae o recibe. Podemos ver la compensación a nivel físico y tangible, entendible y comprensible porque lo podemos observar y experimentar.

Pero del mismo modo que ocurre con la respiración ocurre con las relaciones tanto internas como externas al sistema familiar. La compensación es inmediata, aunque no sepamos su correlación.

La clave del buen equilibrio entre el dar y el recibir es el asentimiento y la gratitud a la vida. 

Compensar el daño hecho o recibido

En este aspecto cuando hablamos de daño hay una premisa «Asumir nuestra responsabilidad» Tanto si hacemos daño como si recibimos daño.

Y está es la actitud más liberadora que existe, pues tomamos la responsabilidad de nuestros actos.

Cuando recibimos daño, nos sentimos heridos, y este sentimiento nos puede conducir a dos reacciones. O bien nos sentimos en el estado adulto y comprendemos la situación en el mismo instante obteniendo todos los recursos necesarios para compensar al instante el daño recibido. O bien nos invaden los mismos patrones de actuación de la infancia desatando el estado niño o padre, que nos impide reaccionar de manera compensatoria. Nos vemos arrastrados por las mismas emociones infantiles que nos alejan de la situación y provocan el dolor de amor.  

Ahora bien ¿cuál es la actitud que nos pide la sistémica frente a nuestros agresores, o cuando nosotros somos los agresores?

Cuando recibimos daño:

Asumir que lo primero que se desencadena en nosotros es una energía de venganza, por tanto, conviene identificarnos con la misma energía que nuestro agresor. Quizá ayude la frase «Yo soy igual que tú»  Lo primero es reconocer en nosotros la misma energía agresora. Así estamos de igual a igual, después del reconocimiento ayuda la siguiente frase «Ahora veo el daño que mis ancestros hicieron a tus ancestros» y por último se le dice al agresor o grupo por el que nos hemos sentido agredidos «Ya está todo pagado, ahora te liberó de mi». Este es un acto de humildad y valentía.

Cuando hacemos daño a otro o a otros:

En este caso, lo primero es reconocernos como humanos, capaces de hacer daño  y a la vez, entender que podemos estar tomados a fidelidades hacia el sistema familiar, que necesitan de la agresión para compensar, o para darnos cuenta de que estamos en fidelidad. 

Una vez nos reconocemos capaces de manifestar la energía agresora, entonces ser capaces de reconocernos humanos, con debilidades, con imperfecciones como todos los demás.

Tras estos pasos asumidos e integrados, nos queda la posibilidad de reparar. 

A veces las reparaciones son la pérdida de contacto o el distanciamiento de las personas respecto a nosotros. 

En ese caso la pérdida será la compensación al daño hecho. En otras ocasiones pues la reparación vendrá por otro lado. Lo que es seguro es que tal reparación existirá. Y si esta no se da en nosotros entonces quedará como herencia para los descendientes.

Pertenencia y Orden

Renunciar a la exclusión, a excluir o a ser excluido. Aceptar a todo y a todos.

Es bien importante abrirse a la pertenencia amplia, sin exclusiones, sin juicios ni opiniones. Aprender a dar la misma importancia a todos los seres humanos. Misma importancia no significa mismo afecto pero sí el mismo respeto haca todos y hacia todo. Es importante ampliar nuestra mirada más allá de nuestros juicios de valor, los mandatos sociales recibidos y demás energías que nos configuran, para poder abrirnos a otras realidades. 

En este punto aconsejo viajar, conocer otras culturas nos permite ampliar nuestra mirada y salir de la estrechez de miras que socialmente construimos como bueno y malo.

Tomar su lugar en el país y la sociedad de acogida.

Es importante respetar todo lo anterior a nosotros, para poder ocupar nuestro lugar. Así mostramos respeto y los antiguos al sentirse respetados mostraran apertura a servir para el bien del proyecto en común.

La apertura al Éxito vendrá de:

  • Asentir a la vida, tal como se ha explicado anteriormente, el asentimiento es la puerta al éxito en la vida profesional.
  • Aceptar incondicionalmente a la madre tal como es.
  • Integrar a las personas difíciles de nuestra vida, asintiendo a todas ellas.
  • Tomar a los excluidos del sistema familiar.

 Eduardo Rivas

  • Maestro Reiki Usui Tibetano
  • Maestro Reiki Heiwa To Ai
  • Terapeuta de Respuesta Espiritual
  • Constelador Familiar
  • Terapeuta de Ho oponopono


 Te invito al Primer Taller de Movimientos Sistémicos, a realizarse en San Antonio de los Altos, Estado Miranda. 

El taller consiste en la práctica de movimientos sistémicos que te perimirán sanar cualquier situación que estes presentando, entre los cuales podemos mencionar:
- Enfermedades
- Adicciones
- Traumas familiares
- Relaciones de pareja
- Niños con situaciones especiales
- Y cualquier otro tema que el participante solicite.   
El taller incluye material de apoyo escrito digital para que continúen sus prácticas sanadoras en casa. 
El costo de participación es de 10$ por persona. 

 

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